Por Raúl Ruiz Jiménez, técnico de mundonatural
Ya empieza el buen tiempo y con él las escapadas. Cuando salimos de casa durante varios días cambiamos nuestros hábitos, rutinas y horarios, así como nuestra alimentación. También solemos reducir nuestra actividad física o cometemos más “excesos” y, como consecuencia, nuestro intestino se resiente. Esta gran relación entre estreñimiento y viajes lleva a provocar muchas situaciones incómodas para nuestro organismo, pero que siguiendo unas sencillas pautas pueden, en su mayoría, evitarse.
Un viaje significa muchos cambios al mismo tiempo. El clima, la alimentación, el agua, los horarios, o simplemente el hecho de no estar en nuestro entorno habitual a la hora de ir al baño, son factores que pueden afectar a nuestro ritmo intestinal. Los nervios asociados a emprender un viaje y los momentos de estrés frecuentes a la hora de ultimar los preparativos también son un estímulo negativo para nuestro organismo. Sigue leyendo